Leía en un blog de un amigo un episodio de su vida de esos que se tienen que asumir sin más y enseguida me han venido a la memoria algunos en los que yo he sido protagonista involuntario...
Me ha sorprendido recordar cómo siendo yo pequeño, estaba jugando con los amigos del barrio y mi hermano a aquel juego llamado "Sangre" (que consistía en tirar un balón al aire y mientras tanto el resto tenía que esconderse para que luego no pudieran atizarle con el balón y caer eliminado). Mientras corría a esconderme me crucé con un grupo de chavales mayores y uno de ellos me hizo la zancadilla. No lo entendí, me levanté con la rodilla pelada y entre caer en el llanto y morderme los labios con rabia elegí lo segundo. Miré al cabrón que me había hecho la zancadilla y le reconocí. Era el típico listillo malote que atemorizaba a todo el mundo en el colegio. Mi hermano acudió rápido al oir el golpe y me ayudó a levantarme, y yo le miré y me pregunté que por qué no le partía la cara al cabrón, y supongo que yo mismo me di cuenta del motivo.
Durante una época fue el blanco favorito de todo tipo de canallas, o me venían a acosar y pedirme poco amablemente que les diera todo el dinero que tenía o me empujaban hasta que les daba el dinero que me había sobrado de las tragaperras y el abrigo de plumas que tanto dinero le había costado a mi madre o aquel bizarro intento de atraco un domingo por la tarde cuando iba en pantalones cortos con un balón parcheado a jugar al fútbol...Aprendí que la gente no hace nada útil y que prefiere no correr riesgos. En una de las denuncias de aquellos años recuerdo la frase de un policía "Es más útil gritar fuego que socorro" que locura...por aquel entonces leía cualquier comic que cayera en mis manos, y deseaba tener poderes para que nadie me volviese a hacer nada...pero ninguna araña radiactiva me picó, ni un camión de productos radiactivos volcó a mi lado y ni tansiquiera la radiación del sol me cambió en nada, la m que forman la líneas en mi mano no eran de Mutante sino de norMal y los gimnasios no fortalecen el músculo del valor...muy frustrante...y la gente seguía sin hacer nada, la última vez que me atracaron fue en un botellón en el retiro, 4 mendas rodeándome y no menos de treinta personas bebiendo a mi lado...Los años han pasado si, y supongo que tanta rabia acumulada por esas injusticias a alguien le saltará en la cara y puede que entonces me vuelva de color verde.
1 comentario:
Hoy estas prolífico ^_^
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