El dolor se va, los moratones desaparecen con el tiempo, las cicatrices no. Soy muy malo olvidando, pésimo. Me cuesta menos perdonar, basta un hecho, un gesto que para mi sea importante, significativo y entonces mi cerebro se reestructura. Muchas de esas procesos tienen que ver con la sorpresa. Un gesto inesperado contrario a lo que había predecido tiene mucho valor para mi, y ayer ocurrió. Esta última semana cargada de dramatismo y tensión al final se resuelve paradojicamante volviendo a empezar.
Diciembre comenzó con una ligera granizada que ahuyentó a los clientes en mi primer dia de jornada completa. La gente está esperando, intuyo que este año aguardarán para hacer las compras hasta el último momento. Según me comentan los representantes comerciales está el panorama complicado, nadie sabe por donde va a romperse, así que nos nutrimos de variedad pero no de cantidad...así que hay que jugarsela y que mejor negocio para jugarsela que una tienda de juegos...
2 comentarios:
Te lo mismo que me has dicho a mi, o al menos te dejo en esencia el mismo mensaje:
Hay que ser positivos
ánimo¡ y como dice aquel compatriota a 7000m de altitud adelante¡
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