La cantidad de gente que se reune los días 30 de diciembre en Sol hace que incluso las autoridades tengan que repartir minis de plástico para que vacién las botellas de cava y alcohol, y no deja de resultar curioso ver a alguien uniformado repartirte un vaso para que bebas. En fin, la verdad es que salvo la magia de hacer algo diferente y compartir el penúltimo día del año con una de tus mejores amigas la verdad es que el hecho de que no se oigan las campanadas casi en absoluto hace que la concentración de miles de personas sea un poco ridícula...pero bueno, seguro que cuando empezaba lo mejor, es decir, la fiesta de bar en bar, me fui a casa a descansar ya que hoy tenía que trabajar...
¡FELIZ AÑO NUEVO 2009!
2 comentarios:
Yo estuve ahí. Con esa aglomeración de gente, pocas cosas pasan.
Y la noche del 31 tampoco se oye nada? La televisión, esa gran mentira.
Igualmente, Samsa...
Saludos.
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