21/11/08

Candente

Incomprensión e interés me produce encontrarme con unos planteamientos que se encuentran en las antípodas de los mios. Y ayer me ocurrió con el aborto y la eutanasia. Mi interlocutor fue una de las personas más inteligentes que conozco, su cabeza rebosa datos e información por lo que en ciertas ocasiones es difícil poder rebatirle argumentos, y encima el muy cabrón es lo suficientemente astuto como para darte la vuelta a lo que dices empleando un diálogo socrático algo irritante a veces. Él se rige por una ley máxima que consiste en que nadie tiene derecho a quitar una vida, pero entiende el suicidio, es decir, ninguna intervención de una tercera persona es plausible aunque alguien esté postrado en una cama y solo pueda mover las pestañas. Sin introducir en el debate cuestiones religiosas (donde Dios regenta la mayor clínica abortista, y de niños generalmente deseados para más inri) para mi está la cuestión de que nadie puede decidir si tienes que estar vivo o muerto, porque tu muerte vaya a afectarle moralmente, la moral de una tercera persona no puede estar por encima de tu decisión y de por tanto tu libertad individual, entendiendo aqui que se supone que es la última medida que suele adoptar un ser humano cuando ya no le quedan más opciones (dolores, enfermedades, sufrimiento...).

En el caso del aborto el tema es más complicado, yo creo que debe haber unos plazos establecidos (que para mi sería el noveno mes como mucho, aunque "cuanto antes mejor") para poder llevar a cabo la decisión pero con la supervisión de alguien objetivo, y cualquier medida que evite el sufrimiento posterior del niño me parece adecuado, aunque tu como padre tengas que tomar esa decisión sin poder preguntar al que está más implicado por obvias trabas en la comunicación. Pero aún así creo en la libertad que deben tener los padres para tomar esa decisión y no creo que sea una decisión fácil en la mayor parte de los casos. Con la cantidad de niños que se quieren adoptar también sería interesante poder subvencionar el desarrollo de los embarazos para luego darlos en adopción. En cuanto al tema eugenésico de abortar porque el feto tiene trisomia 21 creo también en la libertad de los responsable pertinentes, exclusivamente los padres, para concebirlos o no, asegurando una serie de facilidades por parte del Estado o de la sociedad por recibir más ayudas por tener un hijo con ese trastorno.

Y teniendo en cuenta que no creo que haya nadie que adopte estas medidas de forma gratuita, siempre será conveniente poder orientar o aconsejar a las personas que deseen hacerlo en plena libertad.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Me resulta curioso el valor que le damos a la vida humana, muy por encima de la vida animal. Matamos diariamente millones de animales, y no le damos importancia. Que no sean inteligentes les quita el derecho a la vida? No son sensibles? no tienen la nocion de estar vivios? la capacidad de disfrutar de la vida, o de sentir miedo, dolor...
Sin embargo la vida humana es importante. Incluso la de un feto de apenas una semana que no tiene inteligencia, ni conciencia de estar vivo. Cuyo tamaño es menor que el de una mosca. Esa vida no puede arrebatarse porque en un futuro será vida humana. No será lo mas justo que sea la madre la que tenga la unica palabra a la hora de decidir si tener o no un hijo?
Si no fuese asi, segun este planteamiento de no negar la vida, y siendo exagerado de forma consciente, me atreveria a decir que las mujeres que deciden no quedarse embarazadas constantemente, una y otra vez parto tras parto, estan negando el derecho a la vida a la cantidad de hijos que alumbrarian si asi lo hicieran.

La gente que esta en contra del aborto (por supuesto en unos plazos razonables en los que no corra peligro la vida de la madre) me parece que voluntariamente o no, esta afectada por la doctrina catolica.

Me gustaria que pusieses este texto donde se pueda leer Micky. Es la opinion de tu amigo Polilla

C. dijo...

Yo soy el interlocutor en cuestión. Le doy más valor a la vida humana que a otras... porque soy humano. Respeto que se defiendan los derechos de los animales, pero por puro corporativismo prefiero defender a los humanos. Si matan a otro humano, el siguiente puedo ser yo (como diría Niemoller).

Samsa dijo...

Hice un video sobre el poco valor que le damos a la vida animal y cómo me llega a traumatizar ver una bandeja de filetes caducados en el supermercado solo porque eso si que es una muerte en vano, y coincido contigo en casi todo lo que dices excepto en lo de el adoctrinamiento católico, en particular porque el amigo con el que discutía se guiaba por una razonamiento filosófico universal no contaminado por la religión...en todo caso, para mi la fe de nadie debe condicionar una decisión, como mi falta de fe a ellos...

C. dijo...

Por cierto, agradezco a Samsa que saque el tema a relucir, aunque no esté de acuerdo. Siempre es mejor que se trate el tema a que pase de tapadillo.

En mi blog respondo a otras cuestiones sobre la "conciencia" y el "sufrimiento". Eso son cuestiones subjetivas, no me interesan. Yo prefiero hablar de cosas objetivas, como el ADN. Hechos.

oligoqueto dijo...

Como dice Anibal Burdo, lo de la discusión entre vida humana y no humana para mí no tiene mucho planteamiento. El lo llama corporativismo, yo no lo definiría así porque ese término me parece muy incompleto para definir mis motivos, pero básicamente es por eso, soy humano. Y eso supone para mí cierta diferencia con la que no puedo ni quiero luchar (ahora, que tampoco trivialice nadie la diferencia entre las formas de conciencia humanas y las del resto de animales, que eso es como comparar una estrella con el universo, por mucho que nos empeñemos).

En cambio estoy, sin duda, a favor de permitir el aborto y la eutanasia.
Después de leer un par de artículos del blog de Anibal Burdo, entiendo que él ha tomado la decisión de ser absoluto en la materia, estableciendo un planteamiento humanista muy categórico (y respetable mientras sea como su decisión personal, pero inasumible para mí).

Para mi la vida está indisolublemente ligada a nuestras decisiones y actuaciones. Al planteamiento de lo que está bien y lo que está mal. Y para mí esos planteamientos no pueden ser definidos de forma categórica, cada caso es un mundo, es una vida propia...

El tema de la irreversibilidad que también plantea es, a mi juicio, parte de lo que supone la Vida (en letras mayúsculas). "¿Que tal si dejamos de matar cualquier tipo de vida humana para no arrepentirnos después?", se pregunta Anibal Burdo en su blog.
Las decisiones, todas, tienen aspectos irreversibles. Pero estamos obligados a escoger, y no todo el mundo valora por igual las mismas situaciones.
Si el postulado que supone su principio de respeto a la vida humana como valor primordial fuese falso ¿como le damos marcha atrás a la vida de la gente? Tampoco podríamos, ni somos capaces de evaluar las consecuencias.

Lo siento, y espero no ofender a nadie, pero eso me resulta tan demagógico como plantear si acabarías con la vida de Hitler cuando era un bebé, si tuvieses forma de hacerlo.

Entiendo que cuando una madre decide abortar lo hace, o debería, asumiendo su decisión, sus motivos y consecuencias. Y entiendo que no soy nadie para decidir por ella lo que debe permitir que se desarrolle en su cuerpo. ¿Que para Anibal, y muchos otros, esa decisión va en contra de la vida humana como valor absoluto?... lo siento.

Para alguien que tiene fe no hay nada más absoluto que Dios, y aunque fueran mayoría, no me sentiría obligado a actuar como su Dios mandara. Y en este caso me parece algo similar. No puedo establecer un valor moral supremo y objetivo, por muy denostada que esté cierta forma de ver el relativismo ético.

Como solución moral al dilema no hay, lo único que queda es encontrar un marco legal en el que podamos convivir. ¿Podemos? Eso es casi más complicado...

Perdón por el rollo.

Saludos.

Samsa dijo...

nada de rollo, cualquier opinión y aportación al debate es siempre bien recibida! suerte y feliz fin de semana