ESCENA FINAL
Suena La Danza del Terror de Manuel de Falla mientras se levanta el telón.
(Es de noche. La tranquilidad de la oscuridad se ven interrumpida por el ruido del gentío que se acerca al convento y por la luz que proporcionan las antorchas. El hermano Isaac llega corriendo y asfixiado interrumpe las oraciones del padre Abraham en su habitación.)
Hermano Isaac.—Ya llegan Padre, tenemos que huir
(El gentío se acerca y se empiezan a distinguir sus cantos)
Gentío.-- ¿Sabéis cuantos conventos
Según la cuenta
Había en los Madriles?...
¡Ciento setenta!
( El hermano Isaac corre a la ventana a cerrarla asustado)
Hermano Isaac.—Tenemos que irnos Padre, tenemos que reunirnos con los demás.
Padre Abraham.—¡No!, nos quedaremos aquí orando.
Hermano Isaac.—Pero van a quemar el convento como lo han hecho con los demás.
(Se oye al gentío)
Gentío.-- ¡ Ciento setenta centros
De la incultura!
¡Esto sí que es barbarie!
Padre Abraham.—No todos los han quemado ellos.
Hermano Isaac.—(Sorprendido) ¿Qué dice padre?.
Padre Abraham.—(Mirando hacia la ventana) Hay cosas, querido hermano Isaac, que no solo tenemos que hacer por nosotros, sino por el futuro de España.
(Se dirige a la ventana el padre Abraham y contempla el gentío alboratado)
Gentío.-- ¡ Ciento setenta casas
En mis terrones,
Y sin pagar ellos
Contribuciones!
Padre Abraham.—(Mientras mira a la multitud) No podemos permitir estos cambios, ¿quién sabe a dónde nos conducirán?, necesitamos despertar a los católicos españoles con nuestro sacrificio.
Hermano Isaac. --- (Intrigado) ¿Qué cambios padre?
(El gentío se oye cada vez más cerca)
Gentío.-- ¡ Ciento setenta nidos
De la vagancia
Sembradores de errores
En nuestra infancia!
Padre Abraham.— Los cambios políticos querido hermano. No podemos permitir que el gobierno se entrometa en cuestiones de religión, no podemos permitir que haya un solo niño que no reciba la doctrina católica en el colegio, no es de buen español y de buen cristiano consentir que los padres elijan voluntariamente sobre la fe del niño. Eso es tarea nuestra hermano Isaac, para eso estamos aquí. Tenemos que salvar a todos aquellos que se quieren casar por lo civil también, a ojos de Dios no están casados y conviven en pecado y tantas otras cosas que harán estos insensatos y que debemos encauzar.
Hermano Isaac.-- Pero los cambios políticos pertenecen a la política Padre.
(El gentío avanza hacia el convento)
Gentío.-- ¡ Ciento setenta centros
Que en sus labores
Hacían competencia
A otras mejores!
Padre Abraham.--- La política querido hermano Isaac ha provocado esto, estamos siendo asesinados y nos quitan nuestras riquezas, nuestro poder. Nosotros tenemos que impedir esta república atea y descontrolada, a nuestro rey no le podrán echar nunca, y nuestro rey nos recogerá en su seno con orgullo por defender su causa.
Hermano Isaac.—Pero padre, la fe no necesita poder.
(El gentío canta)
Gentío.-- ¡ Ciento setenta claustros
De una enseñanza
Siempre opuesta al avance
De lo que avanza!...
Padre Abraham. – Claro que si querido hermano, el poder protege la fe. Si se instaura la libertad de cultos ¿qué haremos nosotros?, ¿qué harán los que creen como nosotros?, ¿qué harán los que huyen de sus conventos en llamas?.
Hermano Isaac.— El poder solo nos aleja del pueblo padre.
(Se oye al gentío mucho más cerca)
Gentío.-- ¡ Ciento setenta centros
De la incultura!
¡Esto sí que es barbarie!
Padre Abraham.— Nosotros no somos el pueblo, tenemos la santa misión de guiarlo en esta vida y ayudarlo para que lleguen al reino de Dios libres de pecados.
Hermano Isaac.--- ¿Por eso nos vamos a sacrificar?, salgamos de aquí que están ya rodeando el convento.
(El gentío grita con más fuerza)
Gentío.-- ¡Ciento setenta hogares
Del egoísmo.
Antítesis vivientes
Del cristianismo!
Padre Abraham.—No lo entiendes, nuestro sacrificio puede cambiar el rumbo de España, la gente votará contra la barbarie, contra esta cruzada anticlerical e inhumana. Recuperaremos el poder y entonces todo volverá a ser como siempre.
Hermano Isaac.—Habla padre como un político
(El gentío se encuentra ya a los pies del convento)
Gentío.-- ¡ Ciento Ciento setenta
Y en breve plano!
Casí, casi a convento
Por ciudadano!
Hermano Isaac.—Tengo que confesarle algo padre.
Padre Abraham.—Dime pues.
Hermano Isaac.—Yo jamás he oído la voz de Dios.
Padre Abraham.—¿Te refieres a oírla como oyes la mía?
Hermano Isaac.--- Si.
Padre Abraham.—Yo tampoco querido hermano Isaac, pero hemos vivido hasta ahora como si pudiéramos hacerlo y estoy convencido de que hacemos lo correcto y que gracias a esto más gente podrá vivir como lo hemos hecho nosotros.
(El gentío lanza las antorchas al conventos y algunas estancias comienzan a arder. El humo llega a la habitación donde se encuentran el padre Abraham y el hermano Isaac que rezan en silencio mientras el gentío acaba su canto y contempla arder el convento).
Gentío.-- ¡ Quizá el quemarlos sea
Pasar la raya!
(Más también es barbarie
El que los haya)
TELÓN
4 comentarios:
La obra es chulísima! Aunque el tema no es de risa en absoluto no he podido evitar sonreir por la gracia que pone diciendo verdades como castillos :D
La has escrito tú??
Pd.- Que la hoguera metafórica donde los quemen sea privarles de su poder y el olvido eterno, amén.
si, tenía que escribir algo al estilo de Buero Vallejo para el taller...gracias!
Qué taller? ¬_¬
Pues uno de literatura donde aprendemos cosillas para mejorar nuestros estilos...jejeje
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