8/5/09

Mi colega

Hacía mucho que no iba al retiro, pero ayer se dio la circunstancia que tenía que llevar un juego de Rana, como los antiguos de los merenderos, cerca de Atocha y también tenía que hacer un par de recados al mediodía, así que por la mañana junto al té con leche y dos tostadas me tomé un antihistáminico preventivo. El retiro es un sitio increible, y aunque el estanque estaba lleno de adolescentes hormonados que no dejaban de intercambiarse gritos y arrojarse agua de dudosa pureza siempre encuentras un rincón en la escalinata para poder contemplar aquella masa de agua tan tranquilizadora. Con el sudor del esfuerzo del porte secándose al sol y un buen trago de agua fresca solo te puedes sentir satisfecho. En cuanto desplegué los múltiples pliegues del papel albal se colocó a mi lado un gorrión, a continuación se colocarón dos más, un poco más lejos, dejando su sitio privilegiado al primer gorrión. Siempre me han gustado los gorriones, me parece un ave sencilla, sin pretensiones. El primer gorrión era un poco torpe, apenas conseguía atrapar alguna de las migas que le lanzaba, no como los otros dos. Uno sabe distinguir a un colega gorrión de los demás porque cuando te acabas el sandwich el colega se queda a tu lado y el primero se quedó conmigo mirando al estanque ensimismado.

2 comentarios:

ana dijo...

ese si que es un amigo de verdad jajaja que mono

^^

Guakamayo Tibio dijo...

EL ave intuyó que estas hecho todo un pajaro!!