23/6/09

Texto ¬¬

Removió el azúcar de su taza violentamente, esperando que se disolviera el dulzor con el agua caliente. Los recuerdos desaparecen cuando no les haces caso, aunque para darse cuenta de ello estuvo un buen tiempo removiéndolos continuamente. El dolor se convirtió en pereza, en hastío por la vida. Le dio un sorbo a su modesto té con leche del desayuno mientras contemplaba a una pareja. Rondaba ya, como el que no quiere establecerse una edad, los cincuenta años. Ni joven ni viejo, ni hijo ni padre de nadie, al menos vivo. Vacío y estancado como todo hombre que no quiso ser, nunca abandonaba su soledad salvo para tomarse un té y comprar el periódico. De naturaleza callada se le atropellaban las palabras ante conversaciones espontáneas, pareciendo nervioso y esquivo al intercambio verbal. Sus seres, a los que ya ni siquiera se refería como queridos se habían ido alejando al mismo tiempo que él los alejaba. Apuró de un sorbo lo que le quedaba de té y se limpió la comisura de los labios en una servilleta, dejándo el inequívoco rostro de San Judas Tadeo en la superficie. La deshechó inmediatamente introduciendola en la taza. La pareja comenzó a discutir. En el rostro de ella reconoció las expresiones de rabia de las que había huido hace tantos años. Un hombre desesperado hace cualquier cosa, sin pensar en que la vergüenza sobrepasa límites que le persiguen mientras viven los que recuerdan. Fingir una enfermedad no fue lo peor, sino saber exactamente lo que ocurriría si le decía a ella que se iba morir sin haber cumplido su sueño de tener un hijo. Ella le ofreció su cuerpo, su vientre para alumbrar su deseo a pesar de las reticencias de su pareja que accedió aliviado porque la persistente amistad acabaría supuestamente en unos meses. Los encuentros se prolongaron en el tiempo, cada vez más fríos, más distantes, hasta que él con la esperanza de que el sexo hubiese hecho que le amase le reconoció que andaba sano y locamente enamorado de ella.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

He tenido que leerlo dos o tres veces para pillarlo... pero la historia está muy bien.

Aníbal

Samsa dijo...

si ¬¬ no estoy muy satisfecho...tengo que corregirlo!!