Un litro de café del que me acordaré cuando intente cerrar los ojos dentro de muchas horas y una buena cena basada en pizzas congeladas es todo lo que necesito para afrontar la noche más larga del año, ese tipo de noches donde lo único que cuenta es reír y pasarlo bien, pase lo que pase, entre partidas de pro, copas, cervezas solo se aceptan comentarios ingeniosos y mucho sentido del humor para aceptar estoicamente las anécdotas revisadas cientos de veces donde quedas en el más soberano ridículo...luego salir con la única premisa de llegar tarde y con menos dinero en los bolsillos y un buen puñado de anécdotas que regaran la próxima noche en la que solo nos reunimos los amigos...
Hace 1 año
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