Una página en blanco es un desafío, si no fuera por la prostitución a la que someto mis inquietudes y mi letra maltrecha y deformada escribiría en papeles que luego ocultaría en un archivo póstumo de mis emociones. Para qué, para nada, para deleitarme con las imágenes y los juegos de palabras. Mañana fría de sábado, ya pasaron las navidades más rápidas de toda mi vida, intrascendentes fiestas y despedidas del año, sin emociones ni adornos. Ya acabó todo y mi orgullo infantil solo puede gritar en bajo que lo he conseguido...
Hace 1 año
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