18/3/09

Hot Church

Va a ser cierto que tengo cierta fijación por los temas eclesiásticos y teológicos, (¿será grave doctor?) pero cómo no serlo, si es una fuente inagotable de posts...Benedicto XVI enuncia una verdad como un templo, "El SIDA no se resuelve con preservativos" , y tiene razón, no lo resuelve, pero ayuda a no contagiarse sin duda al menos en la transmisión sexual, recordemos que por mucho que tengas un condón en el bolsillo si te dedicas a compartir jeringuillas por ejemplo no te será muy útil...claro, que luego cuando matiza "El SIDA no se puede superar con la distribución de preservativos, que, al contrario, aumentan los problemas", te preguntas en qué medida puede aumentar los problemas...en fin...y por otro lado está la la oposición de la Iglesia a "los niños medicamento" que es un nombre bien feo la verdad, para un niño que ha nacido para salvar a su hermano, ¿podría haber mayor motivo para nacer que ese?. El vaticano proclama que pone en peligro la humanidad...precisamente cuando es una auténtica falta de humanidad no curar alguien si tienes los medios disponibles...vergüenza me da cualquier persona que piense que ese niño tenía que estar sometido a continuas transfusiones por una enfermedad hereditaria pudiendo curarle (como aquellas empresas farmaceúticas que no investigan el tratamiento de las enfermedades raras simplemente porque no les sale rentable, vergüenza). La Iglesia por tanto plantea que ese niño no debía curarse y quizás con el mismo procedimiento se pueda salvar a niños que tengan un riesgo de muerte...a esos hay que dejarlos así, a la voluntad de Dios, sin que intervenga la ciencia, pero sin embargo en casos como el de Eulania hay que mantenerla con vida gracias a la ciencia, exclusivamente a la ciencia...sin duda resulta inquietante...

12 comentarios:

C. dijo...

Te has adelantado haciendo un post sobre el bebé medicamento! Comparas cosas que no son comparables, aunque de eso ya hemos discutido en mi blog. En este post no hablo explícitamente del bebé medicamento pero sí implícitamente:

http://anibalelblog.blogspot.com/2009/03/elegir.html

En lo que hemos coincidido es en hablar del preservativo, está claro que algo de telepatía tenemos...

C. dijo...

Aclaro: la Iglesia hace dos tipos de crítica al bebé medicamento. Una, que se desechan embriones: me parece muy razonable. La otra es que se concibe a un hijo por un objetivo concreto, utilitario. Esa crítica se sostiene menos, porque casi todos los padres tienen los hijos por un motivo concreto, sea que se hagan futbolistas de mayores o para tener alguien a quien dedicarle el tiempo. Esa parte tienes mucha razón en criticarla.

Unknown dijo...

Eso de Benedicto... ¿Dónde lo he leído yo? Jejeje...

¡Eres sabio, amigo! ¡Y el papa, malo!

oligoqueto dijo...

De acuerdo, muy de acuerdo.

Honestamente, creo que cuando la presunta defensa de la vida humana se lleva hasta puntos tan límites como considerar que desechar embriones es matar personas, la abstracción que se produce es tan grande que acaba con el sentido común.
Ese niño no vino al mundo con la muerte de nadie, y sí con la vida de su hermano. Defender otra cosa es, paradójicamente, situarse en un plano mental totalmente inhumano.
Pero eso suele ser especialidad de la Iglesia, que pone por delante el espíritu, aunque sus postulados solo se sustenten en fe.

Saludos.

C. dijo...

Los que defienden que un embrión no es persona se basan en argumentos abstractos, como la conciencia. Si nos basamos en argumentos concretos, como el ADN, un embrión es una persona. La fe no es exclusiva de la Iglesia, por suerte o por desgracia.

oligoqueto dijo...

Creo que el tema de lo que es o no persona está demasiado abierto, filosóficamente hablando, como para suponer que haya una definición estricta desde el punto de vista científico. Y pensar que el ADN define como persona es, con todos mis respetos, demasiado simplista. Podríamos dar ejemplos más que obvios al respecto para demostrar que no depende de ello.

Ese es, desde mi punto de vista, el problema. Se intenta simplificar, y se lleva la situación a abstracciones que no tienen nada que ver con la realidad. Abstracciones capaces de asimilar la vida de un embrión a la vida de alguién como tú o como yo, y que están totalmente fuera de todo sentido común.

Puede ser cierto que la conciencia, la inteligencia, la cultura, etc., sean abstracciones, sí. Así de difícil es definirnos que no tenemos respuestas concretas para algunas cosas (como para la definición de persona, repito). Pero son realidades, por muy inconcretas que nos resulten. Y por eso deben tenerse en cuenta.

La fe existe, gracias a Dios, y a veces mueve al hombre más que la ciencia. Lo que digo es que las razones de fe no pueden emplearse como argumentos legislativos. Y a veces parece que la Iglesia es precisamente lo que pretende.

Saludos.

C. dijo...

Demos los ejemplos, pues.

El sentido común dice que una mosca y un humano no se parecen nada. Y sin embargo comparten la mayor parte del ADN. También hace siglos era de sentido común pensar que el Sol se movía alrededor de la Tierra y no al revés, hasta que a alguien se le ocurrió discutirlo. El sentido común es una panoplia.

La conciencia es una realidad al nivel del ADN? El ADN está hecho de aminoácidos. ¿De qué está hecha la conciencia?

oligoqueto dijo...

Especifica primero a que te refieres con que el ADN sirve como argumento para decir que un embrión es persona, y te daré los ejemplos que pides. Quiero asegurarme de que no me equivoco y no es el argumento simplista que imagino...

Permíteme una pequeña corrección, sin malicia: el ADN se compone de nucleótidos. Las proteinas son las que se componen de aminoácidos.
Y contestarte a tu pregunta con otra: ¿Acaso las cosas que no sabemos de que se componen simplemente no existen?
Y para seguir con el juego ¿existen diferentes niveles de realidad o derivan todas de realidades fenomenológicas? Y ¿no se compone al final la realidad de conciencia?

Llegados a este punto de abstracción, es mi opinión que es mejor recuperar el sentido común y dejarse de entelequias.
Si quieres defender que cualquier vida de cualquier entidad humana es igual, si lo haces por tu convicción personal, bien está... para ti.
Pero es un error suponer que existe un criterio filosófico fijo y coherente, basado en hechos ciertos innegables y válidos para cualquier humano, que sea aplicable en este tema y otros de la misma índole.
Al final siempre se partirá de unas premisas que serán los principios de cada uno. Es un tema de creencias personales, aquellas sobre las que asentamos nuestros principios morales. Y eso, por muy poco concreto que sea, es perfectamente válido...

Saludos.

Anónimo dijo...

El argumento es que si un investigador encuentra una huella de ADN en una habitación, es capaz de decir si es de humano y no de otra especie. En cambio, no sería capaz de decir si es de feto o de nacido. ¿Es el argumento simplista que imaginabas?

En todo lo demás, estoy de acuerdo. Pero todas las leyes se hacen basándose en la fe y en las creencias personales, también las antirracistas por ejemplo. Lo que yo defiendo es justamente eso: que la verdad es discutible, pero no sólo en el tema de la aborto, sino en todos los demás.

Aníbal

Anónimo dijo...

Por cierto, si te fijas, dices que la Iglesia intenta legislar basándose en sus creencias, y a continuación defiendes que en este asunto y en los demás lo único que hay es creencias... ¿Entonces cómo legislan los políticos si no es basándose en la fe?

Aníbal

Anónimo dijo...

He dejado un comentario en tu blog, Oligoqueto. La discusión sobre el ADN no va más allá; ya sé cuál es tu postura y la comprendo, me parece honesta. No niega la humanidad al feto, simplemente dice que su humanidad vale menos.

Aníbal

oligoqueto dijo...

No es exactamente el argumento que esperaba, aunque tampoco entiendo que eso defina como persona. Eso simplemente separa en un tipo de animal. Es solo un dato concreto para definir como humano. Pero creo que lo que nos define como persona son precisamente las otras cosas más abstractas y que, en definitiva, son muy difíciles de definir en un sentido completo.

Tienes razón en el tema de las creencias. Para mí todo sistema ontológico llega a un punto en que se basa en ellas, pues al final acaba en una interpretación personal de la realidad. Quizás no he enfocado bien lo que quería decir.
El problema determinante, en este caso que tratamos, es que se confrontan sistemas más o menos permisivos en función de las creencias. Y se intenta legislar no solo en contra del sistema más abierto sino además (creo, no tengo certeza, y en este caso me baso en mi percepción, que puede estar muy condicionada) en contra de la opinión mayoritaria. Intentando para ello usar valores absolutos que, precisamente por lo que digo de las creencias, en mi opinión no existen.

Y sí, creo que esa humanidad vale menos. Lo creo de veras y lo siento así. Humano es también un trozo de piel que elimino al rascarme o un grupo de espermatozoides que eyaculo por mero placer.
Puede sonar feo, decir que hay distintos grados de humanidad, pero para mí eso es fundamental; no puedo valorar igual un embrión/feto que a alguien con "personalidad". Y entrecomillo lo de personalidad porque esa es la clave, el constituir o no persona. Lo cual es muy discutible, y entiendo que al final debe ser determinado como decisión de cada uno.

Saludos.