3/12/09

Textos en pocas líneas.

El Silencio impedía acercarse sus cuerpos apoyando las suaves palmas de sus manos sobre sus pechos. No podían dar un paso. Sus bocas se abrian y cerraban emitiendo sonidos similares al ruido. Trataban de alcanzarse con las puntas de los dedos, intentando hacer infinitos sus brazos para hallar la calma en el tacto del otro pero el Silencio, imperturbable y vacío no estaba dispuesto a marcharse. Sus ojos desorientados y perdidos, agarrotados por el pánico, no encontraban consuelo salvo cuando se miraban el uno al otro como en un espejo. No entendían como el Silencio se había convertido en alguien tan poderoso hasta que observaron como echaban tierra sobre el cuerpo del otro.


En su ojo derecho vivían tres personas, cuatro cuando se quedaba la suegra de la segunda. Su mirada por tanto, resultaba extraña, sobre todo al despertarse cuando se enredaban los bostezos con las legañas. Tardó más de siete semanas y dos juicios en desalojar a la primera por goteras y menos de tres días para readmitirla porque según dijo "se hizo cargo del fontanero". Era una mirada turbia sin duda, más bien media mirada turbia sin lugar a dudas pero nunca fria, siempre se notó el calor de la gente en sus ojos.

1 comentario:

Nikaperucita dijo...

¿Un triángulo amoroso? :)