La peor versión

Presentir la tristeza es un rasgo que tenemos los que hemos huido de ese oscuro agujero en el que hemos estado inmersos mucho tiempo, es como estar dentro de la boca de un demonio y notar como sus mandíbulas se han propuesto cerrarse, es sentirte un fraude, un desehecho, es verte feo, torpe, es no poder esbozar una sonrisa ni tener un sentimiento agradable con nada. Es temer lo peor y angustiarse de antemano. Pensar que la vida te queda muy grande, que no estás preparado para seguir creciendo, que la circunstancias te superan. Presentir la tristeza es casi peor que estar triste porque no hay motivo aparente ni objetivo, sino solo un cúmulo de miedos que aprovechan la ocasión para asomar la cabeza.