La violencia es inherente al ser humano alcoholizado, da igual si estalla por Pozuelo o por Malasaña.
3 comentarios:
Aníbal
dijo...
Jojojo. En realidad eso no es cierto, mucha gente cuando se alcoholiza no pega a nadie (como era mi caso, cuando me alcoholizaba). Estar alcoholizado debería ser una agravante, no una atenuante. Pero sí: lo extraño en este caso es que nos hayamos enterado.
«¿Y ahora?», se preguntó Gregorio, y miró a su alrededor en la oscuridad.
Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan a él. En cuanto empiezan a correr sin mirar adonde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno.
–Pues bien; la verdad es, querido Augusto -le dije con la más dulce de mis voces-, que no puedes matarte porque no estás vivo, y que no estás vivo, ni tampoco muerto, porque no existes... –¿Cómo que no existo? exclamó.
3 comentarios:
Jojojo. En realidad eso no es cierto, mucha gente cuando se alcoholiza no pega a nadie (como era mi caso, cuando me alcoholizaba). Estar alcoholizado debería ser una agravante, no una atenuante. Pero sí: lo extraño en este caso es que nos hayamos enterado.
Desde luego, lo que no tiene que ver es el sitio, en eso tienes toda la razón.
Carpe Diem
Umm, y uniendo con el post anterior... un hombre alcoholizado ya es la repera.
Ni pizca de gracia me hace aunque bromee un poco.
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