Es curioso, algo así escribió Stieg Larsson en boca de Lisbeth Salander...
Posiblemente tengas razón, y posiblemente hoy en día no merezca la pena ni molestarse en reclamarlo. Pero no es menos cierto que la historia de unas y otras colonias es muy distinta, como lo son los motivos de la reclamación...
«¿Y ahora?», se preguntó Gregorio, y miró a su alrededor en la oscuridad.
Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan a él. En cuanto empiezan a correr sin mirar adonde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno.
–Pues bien; la verdad es, querido Augusto -le dije con la más dulce de mis voces-, que no puedes matarte porque no estás vivo, y que no estás vivo, ni tampoco muerto, porque no existes... –¿Cómo que no existo? exclamó.
3 comentarios:
Yo, sin embargo, no les entiendo a ellos...
Hay que estar muy aburrido para desear Gibraltar!
Anibal
Es curioso, algo así escribió Stieg Larsson en boca de Lisbeth Salander...
Posiblemente tengas razón, y posiblemente hoy en día no merezca la pena ni molestarse en reclamarlo. Pero no es menos cierto que la historia de unas y otras colonias es muy distinta, como lo son los motivos de la reclamación...
Saludos.
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